CASAS RURALES Y APARTAMENTOS  EN EL PIRINEO ARAGONÉS

San Adrián de Sasabe, Borau

Uno de nuestros rincones preferidos para perdernos, sin duda, es el Valle Escondido y más concretamente Borau, estamos enamorados de este Valle, de sus senderos, bosques, prados y como no de la flora y micología que alberga. En este paseo hemos hecho un recorrido desde la Ermita de San Adrián de Sasabe hasta el Cubilar de las vacas, este sendero esta perfectamente señalizado y esconde rincones tan mágicos como este,  desde donde parte nuestra escapada…

La ermita de San Adrián de Sasabe, de origen Visigótico, esta llena de misterios y leyendas que hablan de su emplazamiento, relacionado con fuerzas telúricas y energías. De hecho está construido sobre puntales de madera en la confluencia de 2 barrancos, el Calcil y el Lupan, desde donde nace el río Lubierre afluente del río Aragón.

Esto le da un halo de misterio que se siente en cuanto pones el pie en la puerta, la confluencia del agua o la historia del lugar hace que te sientas en lugar mágico cargado de energías. Está construido inexplicablemente  a 2 metros bajo el nivel del suelo, una de las leyendas de lugar hablan de un triángulo mágico entre San Adrián de Sasabe, San Juan de la Peña y la peña Oroel.

“El triángulo esotérico de las tierras de los Pirineos de Huesca formado por 3 lugares sagrados para todas las culturas desde la prehistoria”

Esta ermita fué la iglesia de un desaparecido monasterio del siglo X,  que fué sede de los obispos de Aragón antes del obispado de Jaca, es muy posible que bajo tierra en los alrededores puedan encontrarse restos de  este monasterio. Según la leyenda este monasterio fué una de las ubicaciones del Santo Grial en el Pirineo para protegerlo ante la invasión musulmana en su viaje a San Juan de la Peña.

La historia de este lugar es apasionante y merece la pena investigar en busca de su historia y de las leyendas que la rodean, pero nosotros seguimos nuestro camino hacia los bosques y prados de las “blancas”.

Desde esta ubicación salen varios senderos hacía “El Cubilar de las vacas” que es nuestro destino, estas sendas nos adentran en las trochas de madera utilizadas antiguamente para extraer del monte los pinos talados Discurren entre bosques milenarios, riachuelos y un paraíso para nosotros de flores, setas, árboles y plantas. Todos estos senderos están señalizados y podéis encontrar información detallada de estos valles en nuestro apartado de “Experiencias” y en la página del ayuntamiento de Borau .

En estos bosques podemos de disfrutar de setas prácticamente todo el año, en Otoño entre sus pinares se pueden ver infinidad de especies como Lactarius o Boletus  y en primavera podemos perdernos en sus prados para ver Senderuelas, Usones, Champiñones entre otras setas.

Una visita muy recomendable que esperamos os guste tanto como a nosotros.

 

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